REVISIÓN DEL CÓMIC ADULTO DE TEMA GRIEGO. Los materiales desconocidos (VII)

Hoy me gustaría hablar de un perro, pero no de un perro cualquiera. Podría llamarse «Sultán», «Guajiro» o «Pollito», pero éste tiene un nombre de filósofo griego: «Sócrates» (con el que tiene en común que es una mosca cojonera) y es bastante especial. Dejaré que se presente él mismo:

«SÓCRATES EL SEMIPERRO»

«Mi nombre es Sócrates y no soy un simple perro. Soy el perro de Heracles. Mi amo es hijo de Zeus, es un semidios. Yo soy el perro del hijo de Zeus. Soy un semiperro: mitad perro, mitad filósofo. Mi filosofía consiste en no hacer nada. Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo. Sigo a mi amo adonde quiera que vaya, con lo que me ahorro tener que tomar decisiones. Ya estaréis pensando que mi conducta se parece mucho a la de un perro corriente. Sólo que yo tengo el don del habla. Aun más, sé leer, no como mi amo».

¿A que Sócrates es especial?

Nuestro pragmático amigo es el protagonista de un cómic llamado «Sócrates el semiperro», que en su primer volumen narra las andanzas del simpático ¿animal? con su dueño, el héroe Heracles. Así, desfilan por sus páginas las hazañas del primero de los héroes de la mitología griega vistas desde la óptica de su perro.

Los autores de tan singular historieta son Joann Sfar (guión) y Christophe Blain (dibujos). El cómic de 48 páginas en color está publicado en su edición española por Ediciones Sins Entido, Madrid, 2006. Se puede encontrar en librerías especializadas.

(El león de Nemea y la hidra de Lerna)

(Enfrentamiento con los Centauros)

(El toro de Creta y las yeguas de Diomedes)

El tema de fondo de este relato es la relación del hombre con la mujer. Heracles, es, como siempre, un torpe y bruto varón para el que las mujeres son objeto de deseo y de inalcanzable entendimiento. Sócrates se dedica a observarlo y a estudiar a través de su amo el comportamiento humano. Cómo él mismo dice:

«La especie humana se divide en dos géneros: los hombres semejantes a mi amo…y las mujeres, que se les parecen mucho. Pero las mínimas diferencias que separan a estos dos géneros tienen a mi amo como embelesado. No es él mismo cuando habla con ellas. Tampoco es él mismo cuando habla de ellas.»

En fin, que lo que le mola a Sócrates es «la sensación de aprehender la realidad». Todo un personaje, de cómic, claro, ¿se imaginan que nuestros perros fueran filósofos, hablaran, leyeran y nos juzgaran moralmente?