Autores/as (por orden cronológico) de este post:
Isabel
Paula
Ángela
Los «gansitos» de la Escuela de Primaria de Tyler (Texas, E.E.U.U.) y su profesor Andriu
Jorge (niño de la Escuela Primaria de Tyler (Texas, E.E.U.U.)
Ricardo
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A finales de abril del año pasado, Jorge, un niño de la Escuela Público de Primaria de Tyler (Texas, E.E.U.U.), dibujaba a un ser imposible. Según sus propias palabras, «Había pensado en un mito que hay en mi mente, que es parte hombre y parte Pegaso».

Dibujaba así a un ser imposible y fantástico con cuerpo de caballo, alas de gran ave y cuerpo de hombre. En su dibujo, Jorge escribió: «Mitad hombre, mitad Pegaso, mitad pájaro, mitad soldado». Ya antes, este mismo niño había dibujado a Pegaso, probablemente estimulado por las enseñanzas de su profesor que, por aquellos abriles, les hablaba de mitología griega sus alumnos/as. Estos realizaban «versiones libres» de los mitos.
Leyendo entonces las «crónicas texanas» de mi amigo Andriu, recordé cuando de niño podía pasar horas leyendo historietas o libros ilustrados, o dibujando yo mismo, al igual que Jorge, cosas ¿imposibles? Tardes de viernes, mañanas de sábados en las que no existían ni el tiempo ni el espacio.
Nada de lo que había a mi alrededor era real, salvo mi historieta, mi libro o mi dibujo. Entraba en una especie de trance mágico en el que podía mantenerme varias horas. Hoy recuerdo con cierta envidia esos momentos: la mente del niño concentrada únicamente en su mundo. Y me gustaría tener el tiempo y las circunstancias necesarias para perderme unas (muchas) horas solamente en MI MUNDO.
Así que, unos días después de que un niño dibujara aquello en Tyler y su maestro lo publicara en su blog, se me ocurrió a mí una pequeña broma y escribí la historia mitológica del ser del dibujo de Jorge.
«El Pterocentauro, o Centauraso, fue el resultado del cruce de Pegaso, caballo alado, con una hembra de Centauro. Así fue como se unieron el hombre, el caballo y el ave en un mismo ser, pues el Pterocentauro es un centauro con alas.»
Animé a los/as lectores/as más intrépidos/as a que me secundaran y a que se inventaran un ser de la mitología, llamémosla «mitología fantástica». Dos de mis lectoras más importantes y queridas escribieron lo siguiente animadas por su madre:
Paula:
«Me he inventado un ser fantástico que es un elfo con alas de pegaso y cuerpo de fauno. ¡¿A que es muy raro?! Pero espero que te guste.»
Ángela:
«Mi animal inventado es el hipofantirafa que tiene cuerpo de hipopótamo, cabeza y cuello de jirafa y orejas y cola de elefante.»
Andriu y «los gansitos» desde Tyler aportaron esta breve narración:
“Cuando murió el centauro Chirón no sólo los dioses lo llevaron al cielo, convertido en constelación, sino que todos los centauros que habían sido sus alumnos empezaron a echarlo de menos y se pusieron muy triste. Recordemos que Chirón había sido uno de los mejores profesores de toda Grecia, ya que sabía de todo: matemáticas, Science, lectura, escritura, música, P.E. (Phisical Education) y medicina. Tan triste se pusieron que empezaron a saltar como locos, tratando de alcanzar las lejanas estrellas que formaban la constelación. Los dioses, conmovidos, se apiadaron de ellos, y les dotaron de unas alas que poco a poco fueron creciendo. Con ellas, los Centaurasos, que era como ahora se les conocían, podían volar hasta las estrellas y visitar a su antiguo maestro Chirón”.
Isabel lleva meses urdiendo esto otro:
Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.
Muchas gracias y un fuerte abrazo para todos/as.