Empecé a leer cómics desde muy niño; aquellos de contenido infantil que más o menos todos/as hemos leído: el TBO, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, El Botones Sacarino, Rompetechos, Súper López, etc. A uno de los cómics de mi niñez que más me marcó le he dedicado aquí estas dos entradas (1 y 2).
Al despuntar la adolescencia me enganché a los cómics de Conan el bárbaro. Creo que al menos hasta los 17 ó 18 años coleccioné las aventuras del singular personaje de Robert E. Howard. La película del héroe que llevó al cine John Millius se la puse a mis alumnos/as de Cultura Clásica este año y le dediqué un pequeño artículo en mi otro blog, que me ha inspirado esta serie.
En una de las primeras escenas de la película vemos al padre de Conan explicándole a su hijo las historias de sus dioses, los comienzos del mundo según sus creencias, la genealogía de los dioses y la lucha de Crom, dios supremo para el pueblo de Conan, contra los Gigantes. Un reflejo muy claro de la Titanomaquia o Gigantomaquia de la mitología griega. La película supo recoger en esa escena el espíritu que estaba ya en los relatos originales de Robert E. Howard y en el que profundizaron los escritores y guionistas que dieron continuidad a las aventuras de Conan en libros, relatos, tiras de prensa y cómics. Me refiero al reaprovechamiento de muchos elementos de la mitología y del mundo clásicos. Ya hice una primera aproximación al tema en un artículo que publiqué sobre una curiosa aparición de la figura de Alejandro Magno en una de las aventuras de Conan, en el relato El valle perdido de Iskander.
Comentaré algunos de esos elementos tomados de la mitología clásica, pero primero sería necesario hacer una breve síntesis del contexto histórico (de ficción, claro) del mundo de Conan.
La Era Hiboria o Edad Hiboria es un universo de ficción descrito por Robert E. Howard en su libro homónino. Esta época mítica se desarrolla unos 10.000 años antes del nacimiento de Jesucristo y es el resultado de los estados nacidos tras una gigantesca cadena de desastres naturales que provocaron el hundimiento de Atlantis y la ruina y decadencia de los demás reinos continentales, esto es, el fin de una época anterior, la Era Thuria.
Así que la primera de las leyendas reaprovechadas es la de la Atlántida. El hundimiento del mítico continente, ya como tal, ya como ciudad o grupo de ciudades que formaban uno o varios imperios, está muy presente en las aventuras de Conan. Y es que Robert E. Howard también creó a otro personaje llamado Kull de Atlantis, que llegó a ser rey de Valusia, uno de los reinos continentales de la Era Thuria. En el mapa, se puede ver el emplazamiento de Atlantis, al Oeste del continente.
Mapa de la Era Thuria (imagen tomada de aquí)

Descripción del hundimiento de Atlantis en el relato La torre del elefante, La llegada de Conan y en La ciudadela en el centro del tiempo (pulsa sobre las imágenes para ampliarlas).



Prefiguración de este mismo mito en el relato de doble episodio La ciudad en la Tormenta y El altar de los condenados (pulsa sobre las imágenes para ampliarlas).
El relato de Astarta-Ashtoreth, princesa de una isla occidental, con una mención al hundimiento de Atlantis.


Estos dos últimos episodios merecen un comentario detallado. Se enmarcan dentro de la etapa de Conan como compañero de la pirata Belit, a bordo del navío «Tigresa». Sorprendidos por una enorme tormenta que los arrastra hacia el oeste, Conan, Belit y sus marineros llegan a una desconocida isla en la que se alza una extraña ciudad, Kelka. Allí son recibidos hospitaliariamente por el sacerdote de la diosa Ashtoreth, que guía a los habitantes de Kelka, hombres degenerados en semianimales. Conan, Belit y sus marineros son drogados y encerrados en mazmorras hasta su sacrificio a la diosa, pero consiguen escapar y encuentran en otra mazmorra a Ashtoreth, la diosa de la ciudad, una mujer inmortal que les cuenta su historia. Hija del rey de una isla cercana a Atlantis, Astarta fue desposada con un dios marino y se convirtió en una mujer inmortal. El cataclismo que sumergió Atlantis hizo lo propio con la tierra de Astarta, que llega a Kelka llevada por su esposo, el dios marino. Allí es adorada como la diosa Ashtoreth, pero con el tiempo los habitantes de Kelka degeneran y se hacen bárbaros y salvajes, encerrando a Ashtoreth. El sumo sacerdote de la isla mantiene un conjuro que ahoga la voz de Ashtoreth para que no pueda llamar a su esposo el dios marino. Finalmente, Conan y Belit liberan a Ashtoreth, matan al sumo sacerdote y consiguen escapar de la isla, antes de que ésta se hunda para siempre en el mar,por las invocaciones de Ashtoreth a su esposo.
Astarta o Ashtoreth invocando a su esposo el dios del mar.

Hundimiento de la ciudad de Kelka por un maremoto.

Estos dos últimos episodios merecen un comentario detallado. Se enmarcan dentro de la etapa de Conan como compañero de la pirata Belit, a bordo del navío «Tigresa». Sorprendidos por una enorme tormenta que los arrastra hacia el oeste, Conan, Belit y sus marineros llegan a una desconocida isla en la que se alza una extraña ciudad, Kelka. Allí son recibidos hospitaliariamente por el sacerdote de la diosa Ashtoreth, que guía a los habitantes de Kelka, hombres degenerados en semianimales. Conan, Belit y sus marineros son drogados y encerrados en mazmorras hasta su sacrificio a la diosa, pero consiguen escapar y encuentran en otra mazmorra a Ashtoreth, la diosa de la ciudad, una mujer inmortal que les cuenta su historia. Hija del rey de una isla cercana a Atlantis, Astarta fue desposada con un dios marino y se convirtió en una mujer inmortal. El cataclismo que sumergió Atlantis hizo lo propio con la tierra de Astarta, que llega a Kelka llevada por su esposo, el dios marino. Allí es adorada como la diosa Ashtoreth, pero con el tiempo los habitantes de Kelka degeneran y se hicieron bárbaros y salvajes, encerrando a Ashtoreth. El sumo sacerdote de la isla mantiene un conjuro que ahoga la voz de Ashtoreth para que no pueda llamar a su esposo el dios marino. Finalmente, Conan y Belit liberan a Ashtoreth, matan al sumo sacerdote y consiguen escapar de la isla, antes de que ésta se hunda para siempre en el mar, por las invocaciones de Ashtoreth a su esposo el dios marino.
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*Todas las imágenes, salvo el mapa, están escaneadas de cómics de mi propiedad.