Bastardo, mercenario, soldado de fortuna más pragmático que valeroso, enófilo, cínico, provocador, pendenciero, seguramente camorrista, difamador, fieramente enamorado, todo pasión. Una joya de poeta, vaya. Personalísimo.
Releer sus poemas me ha enseñado algunas cosas.
(67a D, traducción mía)
Corazón, corazón, por irremediables heridas turbado,
¡levántate!, ¡defiéndete de tus oponentes ofreciéndoles de frente
el pecho! En emboscadas de enemigos resiste
con firmeza. Y, si vences, no te ufanes públicamente;
ni, si eres vencido, en casa derrotado te lamentes.
Con las alegrías ríe y con las desgracias llora,
pero no demasiado. Debes conocer el ritmo que gobierna al ser humano.
¿Qué me dicen estos versos?
- No te desalientes con la desgracia.
- Enfréntate con valor a tus enemigos.
- No te jactes de tus triunfos.
- Acepta la derrota con dignidad.
- La vida tiene éxitos y fracasos.